domingo, 24 de febrero de 2008

Historias



Después del momento luminoso que tuve al descubrir mi fascinación por las obras escritas por Gabriel García Márquez, puedo decir que lo anterior no sólo fue provocado por una pequeña catársis. Aún así confirmo mi gusto, no sólo por García Márquez,sino en general, por las novelas mágico-realistas. El porqué de mi interés se debe al poder que tienen éstas de llevarme a otros tiempos, de poder vivir otras historias. Es sumamente relajante olvidarme de las preocupaciones del día a día y ocupar mi mente en otra vida que no sea la mía.No sé si es por la habilidad de escritura de éstos autores o por mi habilidad de transformarme en los protagonistas de estas historias.
Me absorbió de buena manera el leer Del Amor y Otros Demonios, historia que nos relata las costumbres antiguas, pero más que eso el amor de un cura hacia una muchacha que iba a ser exorcizada por él mismo, como lector, uno tenía entre veces la duda si Sierva María estaba o no endemoniada, ésa era la duda que mantenía interesante la novela "… Aunque no estuviera poseída por ningún demonio", dijo, "esta pobre criatura tiene aquí el ambiente más propiciado para estarlo…"
En las últimas páginas se desenvolvía la historia de una manera inesperada"… Se agotaban a besos, declamaban llorando a lágrima viva versos de enamorados, se cantaban al oído, se revolcaban en cenegales, de deseo hasta el límite de sus fuerzas: exhaustos pero vírgenes…" pero sabiendo desde el principio el desenlace: la muerte de los enamorados, ésto lo describe Gabo en el prólogo, cuando cuenta el descubrimiento de "... una cabellera viva de un color de cobre intenso... hébreas todavía prendidas a un cráneo de niña..." todo esto en la exhumación de cadáveres de más de 200 años en el convento Santa Clara, lugar donde gira la principal trama de la historia.
Cómo éstas hay muchos relatos escritos por Gabo y otros autores hispanoamericanos, me limito a contar esta historia ya que es la que más me ha inspirado pero construyendo un gran camino a mi imaginación y a mi recuperado hábito de lectura.

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